lunes, 6 de septiembre de 2010

“Me convertí en cuñado de mi vecina, la osada”

RESUMEN FINAL. La historia de Roni comenzó en el verano en que se preparaba para el ingreso a la facultad de contables. El estudiaba en el quincho de su casa, y desde ahí mironeaba a su nueva vecina, Techi, una chica de su edad que estaba casada con un militar recién recibido. Entre ellos hubo un novilleo a escondidas que no fue tan inocente ya que una madrugada el universitario dejó que la vecina le abra el pantalón y lo acaricie íntimamente. Hubo otro encuentro más aprovechando la ausencia del marido de la veci; ahí hubo sexo oral pero nada más, ya que ella le pedía que “respete” su condición de casada. La vecina se mudó y 4 años después, vino un inesperado encuentro…
Roni nos contaba ayer que su papá le regaló un viaje a Camboriú por su ingreso a la facultad, y él fue sin despedirse de su vecina Techi, ya que quiso despedirse de ella pero tuvieron aquel prohibido encuentro en el galpón donde ella le hizo sexo oral.
Desde allá trató de llamarla pero no logró la comunicación, y cuando volvió se topó con la sorpresa de que ella y su marido se habían mudado de casa sin dejar ni dirección, ni teléfono, ni nada.
Aunque la extrañó, el muchacho se aguantó ya que sabía que levantaría sospechas si se le hubiese ocurrido buscarla. Así que, sin más remedio que seguir con su vida, lo hizo, y así fue que pasaron cuatro años y en este último verano, él entró como profe auxiliar en el cursillo de ingreso de su carrera. El primer día de clases, se quedó congelado al ver a una alumna igualita a su ex vecina Techi.
KITTY
La alumna se llamaba Kitty y obviamente, aunque era impresionante el parecido que tenía con aquella vecina osada, no era ella, ya que ésta era mucho más jovencita.
Kitty se hizo amiga de su profe auxiliar aunque él le decía que lo iba a meter en problemas porque siempre estaba detrás de él y eso no era bien visto por sus demás alumnas. De todas maneras, la chiquilina le resultaba tan irresistible que a escondidas la llevaba a su casa y se mensajeaban.
Dos semanas después que terminó el cursillo, vinieron los examenes y el día que se dio la lista de ingresantes, Roni apareció por allá y fue el primero en enterarse que su alumna consentida no ingresó. Kitty, por su parte, cuando lo supo lo buscó a él y le dijo que aunque estaba un poco apenada, su familia la apoyaba mucho y que hasta le organizaron una cena para recompensarla por el esfuerzo que hizo.
Kitty invitó a Roni y él fue esa noche, estacionó su auto y bajó el regalito que le llevó a Kitty: “vení que te presento a mi familia”, le dijo ella, lo metió en la sala y al entrar, Roni se quedó pasmado: “nos recibió la hermana mayor de ella, y Kitty me dice ella es Techi, y yo me quedé con la boca abierta porque era la vecina a la que conocí cuatro años atrás. Ella me miró pero antes de que reaccione yo le hije ‘¡hola, qué sorpresa!’, y ahí me dice ¿vos sos Roni, el del barrio Las Mercedes? Sí, le dije, y nos saludamos con besitos”.
En ese momento se acercó el marido de Techi: “ella le dice mi amor, creo que vos no le conociste a Roni, nuestro vecino de la casa del barrio Las Mercedes, y él me saludó con mucha amabilidad pero me di cuenta de que no es que le gustó mucho verme ahí. Yo la verdad es que me sentí incómodo y le dije a Kitty que no me podía quedar mucho. Antes de la cena ya me despedí y Kitty me acompañó al auto y me preguntó por qué me iba; antes de que le responda me rozó los labios con un beso y entró en su casa”.
Roni volvió a su casa convencido de que se portó como un tonto ya que lo que había vivido con la vecina quedó en el pasado: “al día siguiente, que era sábado, pasé por casa de Kitty con el pretexto de que fui a casa de un amigo y quería saludarla. Fuimos a tomar un helado en la esquina de su casa y ella se declaró; me dijo que estaba loca por mí y que si yo no sentía nada por ella quería saber para no ilusionarse al pedo. Me dio risa su manera de plantear las cosas y le dije nena, ¿creés que si no sentía nada por vos iba a estar acá un sábado de noche?”.
El primer beso oficial se dio ahí, en la calle, y al día siguiente, cuando Roni volvió a casa de Kitty, la familia ya lo trató como el novio oficial de la chica: “no tuve necesidad de pedir permiso para llegar ni nada como Kit me facilitó todo. Ella es una chica divina, es amorosa, tierna, y yo no quería lastimarle”.
¿LA AMABA?
Lo primero que se planteó Roni con ese noviazgo fue si de verdad estaba enamorado de Kitty o solo se acercó a ella por el parecido que tenía con su hermana: “yo sentía curiosidad de que le decía su hermana de que seamos novios, y como ella no soltaba prenda le pregunté. Me dijo que la verdad es que no tenía demasiado trato con Techi, y que la verdad es que al parecer yo no le caía muy bien”.
Kitty se había discutido con su hermana por él: “ese martes fui a visitar a mi novia y le encontré a Techi. Nos quedamos solos un rato y ella me dijo que no le parecía bien que yo sea novio de su hermana después de lo que hubo entre nosotros; pero eso pasó hace cuatro años, le dije, y ella me dijo que igual, por delicadeza yo no tenía que haber empezado ese noviazgo. Quiero hablar contigo de esto pero sin moros en la costa, me dijo, y quedamos en que el miércoles íbamos a encontrarnos en el estacionamiento de un shopping”.
Roni fue a ese encuentro pensando en una sola cosa: quería llevar a Techi a un motel ya que pensaba que sería el lugar más “discreto” para hablar: “yo no podía creer que me convertí en el cuñado de mi vecina, a quien yo recordaba como la osada”
“No hago eso con mi novia”
Techi llegó en taxi hasta el shopping y cuando subió al auto de Roni, adeptó cuando él le dijo que lo mejor era ir a un motel porque ahí podían hablar en paz: “todo el camino se hizo la seria de mí, y hasta que bajamos inclusive. Le llevé al mejor motel de San Lorenzo, así que entramos y había una salita, ya que en los otros directamente entrás y te encontrás con la cama”.
Roni pidió dos gaseosas y cuando volvió junto a Techi, notó que estaba lagrimeando: “eso me desarmó, ya que si hay algo que no puedo ver es a una pendeja llorando. Le dije que yo no quería lastimarle a Kitty, ¿pero estás enamorado de ella?, me preguntó, y le dije que sí sin pensar demasiado, y ahí la fulana se me tiró encima, me besó, me dijo que lo que yo no entiendo es que ella jamás me olvidó, que siempre recordó lo que vivimos, y que ella no se va a meter en mi noviazgo pero que necesita sacarse ese deseo que siempre le quedó”.
INCREIBLE
Roni dice que no tuvo mucho tiempo de pensar lo que estaba pasando: “reviví de golpe mis 19 años, el deseo que yo tuve por esta mujer, y creo que me olvidé de todo porque ella hizo todo, me desvistió, me llevó a la cama y cuando me di cuenta estábamos haciendo el amor. Después le llevé a una parada de taxi y esa noche yo tranquilamente estaba sentado en la casa de la casa de mi novia, viendo televisión con ella y mis suegros”.
El jura que jamás pensó que podía vivir algo así: “me asusta la sangre fría que yo tengo, porque ni cuando le veo a Techi no me pongo nervioso, y hasta en casa de mi novia, cuando de repente ella aparece, me toca el bulto cuando nos quedamos solos. Yo sé que esto no puede terminar bien, y lo peor es que con mi novia no tengo contacto sexual, solo besos y hasta ahí, y a mi cuñada le deseo cada vez más. Es una locura pero qué voy a hacer, si es más fuerte que yo”, termina diciendo el futuro contador. FIN DE LA HISTORIA.

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